La historia de Mario y Sol

Esta es nuestra pequeñita historia que hemos querido compartir con vosotros, hecha desde los dos puntos de vista, porque a veces y cuando menos te lo esperas, todo gira a tu favor y en esto eDarling tuvo mucho que ver.

MARIO: (30 años, Licenciado en Ciencias del Deporte)

Harto de no encontrar nada serio, después de mi separación y quizás también debido a mi poca disponibilidad de tiempo libre por mi trabajo, quise romper con la mala dinámica de relaciones que no llevaban a ningún sitio y comencé a plantearme conocer gente distinta para una relación seria; bien es cierto que primero lo intenté por otros métodos, volviendo a caer en la misma dinámica, de “pérdida de tiempo” con relaciones.

Una tarde hablando con un amigo, me insistió en que probara eDarling y, tras pensarlo varios días, me decidí a probar.

Al principio no confiaba mucho en la plataforma, creí que como en las otras ocasiones esto no iba a funcionar. Sin embargo, buen día me apareció un nuevo contacto, Sol.

Una tarde al cabo de uno o dos días recibí contestación de mi primer mensaje; desconfiados los dos (seguramente más ella que yo) empecemos a hablar puntualmente. Poco a poco la conversación fue con más periodicidad y mi interés hacia esa chica fue incrementando hasta que un buen día, ya con mucha intriga por conocerla, me decidí y de manera “sutil” le pedí su número de teléfono.

Fuimos hablando por mensajería y creo que el interés fue en aumento desde entonces, nos mandamos un par de fotos más de las que ya habíamos visto en los perfiles de eDarling.

Y un hermoso día se presentó la oportunidad de pedirle si quería conocerme recibí un mensaje que me alegró el día: “quizás sea precipitado pero esta noche nos podríamos ver…si pudieras”, sin pensarlo respondí “claro que si..!”

Estuve nervioso toda la tarde y esa misma noche cogí el coche y me dirigí a su ciudad. La vi llegar con ese pelo liso “también nerviosa” y yo atento a todo, no quería perder ningún detalle, se acercó a mí y la vi sonreír. Al verlo me deshice como se suele decir, poco quedaba ya para convencerme del todo…

SOL: (32 años, Responsable de Sanidad)

Un buen día decidí apuntarme a eDarling, sinceramente con pocas esperanzas de encontrar a la persona que estaba buscando. Fue sencillamente un arrebato, algo que hice sin pensar, después de ver varias veces el anuncio en la tele.

Poco caso le hice a la página, hasta que pocos días después, una tarde fría y gris, recibí un mensaje de un tal “Mario”. No sé por qué pero sentí cierta curiosidad…

Tal vez porque parecía una persona totalmente diferente a las anteriores con que me había relacionado. Tal vez porque tenía un día de esos que llamamos “tontos”, o simplemente porque me había llegado la hora de empezar a ser feliz.

Bien pues, sin pensarlo dos veces, le contesté a su mensaje y me sentí inmediatamente atraída por ese chico desconocido, del que no sabía a penas nada, pero del que ansiaba saberlo todo.

Esa misma tarde empezamos a hablar, a explicarnos un poquito nuestras vidas y así nos fuimos conociendo poco a poco. Primero por la página, y después a través de mensajes en nuestros propios teléfonos.

Yo esperaba cada día sus mensajes con los nervios y la ilusión de unos sentimientos que hasta entonces tenía dormidos…pero que poco a poco fueron despertando, cada día con más intensidad.

Un buen día, sin planificarlo, surgió la oportunidad para quedar personalmente y decidimos conocernos.

Él pasó a recogerme y cuando lo vi por primera vez, con esa increíble presencia, mi corazón se aceleró aún más. Luego empezamos a hablar, a escucharnos, a observarnos y todo fue surgiendo naturalmente como si nos conociéramos desde siempre.

Su personalidad, su educación, su manera de hablar, sus gestos, su historia…todo en él me resultaba atractivo. A medida que pasaba el tiempo me fui dejando llevar, sin pensar en nada más que en ese instante.

En cierto momento, mientras tomábamos una copa, se retiró un instante, y al volver, se sentó a mi lado, más cerca que antes. En ese mismo momento, supe que quería intentarlo.

Tiempo después me confesó que para él también fue un momento clave.

Bien, desde esa misma noche nos volvimos inseparables y a día de hoy estamos construyendo poco a poco un futuro que se plantea maravilloso.

Ahora que han pasado ya unos meses, siento que todo lo que he hecho hasta ahora me ha conducido hasta aquí. Todas las experiencias pasadas, buenas y malas, todo lo que he vivido, sufrido, reído, llorado o aprendido, han sido para que hoy pueda ser y hacer feliz a esta persona que hoy tengo a mi lado. Que llegó a mi vida casi por casualidad, pero que en estos momentos siento que no puedo ya vivir sin ella.

Hoy me siento enamorada, ilusionada. Quiero disfrutar cada momento de mi vida a su lado. Si pudiera pedir un deseo, quisiera que esto nunca termine… Soy muy feliz.

Creo que las cosas que llegan cuando menos te lo esperas, son las que realmente valen la pena…

Desde esa misma noche nos volvimos inseparables y a día de hoy estamos construyendo poco a poco un futuro que se plantea maravilloso.