Después de leer varios perfiles, borrar muchos, no llegar a «conectar» con otros, me dio por repasar los perfiles que me visitaron o se me habían sugerido dos meses atrás. Me llamó la atención uno, que a pesar de no tener foto -algo que era casi imprescindible para mí- sin embargo, sólo por su manera de expresarse, me llamó la atención y le envié un mensaje. Le escribí que le deseaba mucha suerte en su búsqueda y le agradecía su visita (imaginaos, hacía meses).

Cuál no sería mi sorpresa cuando él me respondió. Los días siguientes nos intercambiamos mensajes y, al final, terminamos quedando para conocernos en persona, para ver cuán afines éramos. Debo decir que no tenía intención de estar más de diez minutos con él, sin embargo me sorprendí a mí misma gratamente diciendo en voz alta: «¡Uy, si no me he ido y ha pasado ya casi una hora!» Seguimos quedando, y ahora llevamos juntos casi cinco meses maravillosos. He revivido, sonrío y nos preguntamos ambos –ya con nuestras edades (él 50 y yo 46)- que dónde habíamos estado metidos tanto tiempo, como escondidos el uno del otro. Ha sido la sensación de haber reencontrado a alguien perdido. Y todo ello, gracias a eDarling.