Karen y Arturo

Se conocen desde junio de 2013

Decidí apuntarme a eDarling el pasado mes de junio de 2013 y fue la mejor decisión de mi vida. El pasado año me fue fatal y decidí darme una última oportunidad para conocer a alguien que me devolviera las ganas de vivir, porque sufría una gran depresión. Vivo en la provincia de Alicante y un día un hombre guapísimo de Parbayón, Cantabria, me envió el siguiente mensaje: He visitado tu perfil y tenemos mucho en común, me gustaría conocerte. Este mensaje sólo fue el principio. Después de enviarnos varios mensajes a través de la página decidimos intercambiar nuestros números de teléfono y un día, sin dudarlo, cogí un avión para poder conocerle.

Él se llama Arturo, y es el hombre más reservado, huraño y especial que jamás he conocido. Me enganché a él desde el primer momento, era totalmente diferente a cualquier persona que pudiera conocer. Entendí que su comportamiento era como una especie de escudo, un arma con el cual protegerse, puesto que le hicieron mucho daño. Poco a poco me gané su confianza a distancia y por fin llegó el momento de conocernos en persona. Él fue a recogerme al aeropuerto, aunque llegó un momento en el que temí que no estuviera allí. Sin embargo, allí estaba. Nos miramos y me mostró la sonrisa más bella que jamás había visto, me abracé a él como si abrazara la vida. Ya tenemos prevista nuestra boda para el próximo día 8 de agosto y tenemos planeado vivir juntos en Santander aunque de momento, debido a la distancia, nos vemos una vez al mes.

Ya tenemos prevista nuestra boda y tenemos planeado vivir juntos en Santander.

A pesar de los kilómetros que nos separan, el amor que sentimos es enorme y estamos luchando para que el tiempo pase rápido y cumplamos el sueño de vivir nuestra relación a diario y despertar juntos cada mañana el resto de nuestras vidas.

Gracias a ustedes hemos podido conocernos, algo que habría sido imposible porque somos un poco tímidos. He dejado atrás los antidepresivos y mi amor por Arturo me da las fuerzas necesarias para tener ganas de vivir.

Karen