Carmen y Pedro

Realmente, de todas las formas en las que pensé que podría conocer al amor de mi vida, nunca me hubiera imaginado que fuera mediante internet. Siempre desconfiaba de este método para buscar pareja. No pensaba que pudiera ser real el que en medio de las ondas de internet pudieras hallar a tu otra mitad. Aún recuerdo cuando una compañera de trabajo me sugirió apuntarme a Edarling. La primera reacción fue decirle que estaba loca si se creía que me iba a apuntar a una página de internet para buscar pareja. Paradoja de la vida como también recuerdo esa misma tarde indagando en internet y rellenando el cuestionario de Edarling. Era como un acto de locura en un momento de desesperación. Yo pensaba: “Situaciones desesperadas, requieren medidas desesperadas”. Fue una forma cómica de justificar mi comportamiento. Y cuando pagué todo un año de inscripción en la página, realmente creía que había perdido totalmente la cabeza.

Después de un tiempo hablando con algunos chicos no surgió ninguna química. Pero en ese momento es cuando vi su imagen por primera vez. Era un chico cinco años mayor que yo, con estudios universitarios y parecía buena persona. Había puesto en su perfil varias fotos. Su forma de vestir, su estilo, su corte de pelo… realmente era muy atractivo. Tenía una sonrisa preciosa y sus ojos verdes me cautivaron desde el primer instante. Llevaba gafas, todo un intelectual y su perfil era bastante interesante. Alguna de las cosas que decía en su perfil no me las terminaba de creer, pero bueno….algún defecto tendría que tener. Lo único que me echaba para atrás era que no vivía en mi misma ciudad, sino en un pueblo cercano. No es que viviera muy lejos de mi ciudad, pero aun así yo pensaba que podría ser un poco complicada la distancia. Intentaba mirar el perfil de otros chicos posibles, pero siempre volvía a él. Le di muchas vueltas, pero de todos los chicos sugeridos, el que realmente me gustaba era él.

Cuando amas de verdad no hay explicación, es lo que sientes cada día, esa paz y tranquilidad, la naturalidad con la que surgió todo es la que te dice que realmente es amor

Ahora ya hace algo más de 2 años del comienzo de nuestra historia de amor. No sólo somos novios también somos amigos, compañeros y cómplices. Nuestro amor está lleno de cariño, de respeto, de confianza absoluta y de mucho sentimiento. Cada vez nuestro amor crece más y más y gana haciéndose más fuerte y profundo. Nos queremos más cada día. Él lo es todo para mí y también siento el amor que él tiene por mí. Nos damos y recibimos amor. Cada momento es único y especial. Es muy bello lo que construimos cada día, cómo nos apoyamos y cómo amamos a quienes nos rodean. Somos una verdadera pareja en la que hemos hecho partícipes a nuestra familia y amigos con las que compartimos nuestro cariño.

Es verdad que el tiempo lo dice todo. Después de este tiempo puedo decir que nuestro amor es verdadero. Siempre pensamos en el otro y buscamos el bien del otro. Él definitivamente es el amor de mi vida, porque sobre todo es muy bueno, fiel, generoso, honesto, noble……….y con toda a esa larga lista de virtudes que pensaba que tenía que tener el hombre de mis sueños. Somos una pareja que nos complementamos a la perfección.

Leo vuestro artículo titulado ¿Cómo saber si es amor de verdad? Y me veo reflejada en él. Cuando amas de verdad no hay explicación, es lo que sientes cada día, esa paz y tranquilidad, la naturalidad con la que surgió todo es la que te dice que realmente es amor. Caminar en la misma dirección que tu pareja y sentir que lo que alberga tu corazón va más allá de la pasión y que el simple deseo.

Llegados a este punto no cabe más que daros las gracias, Edarling. Porque sin vosotros este milagro no se hubiera realizado. Gracias de todo corazón.