El síndrome del nido vacío

hablamos sobre el sindrome del nido vacio

¿No le suena el nombre de síndrome del nido vacío? Se trata de unos de los síndromes que más suelen sufrir los padres, sobre todo las madres, cuando sus hijos toman la importante decisión de independizarse. En ocasiones es difícil reconocer que los hijos se han hecho mayores y que ya no necesitan tanta atención, pero esta etapa es como otra cualquiera de la vida y superarla es sólo cuestión de tiempo y optimismo.

Causas principales del síndrome del nido vacío

El síndrome del nido vacío suele afectar más a las mujeres que a los hombres. Este hecho se debe fundamentalmente a que muchas madres dejan de lado sus sueños, metas y aficiones para dedicar su vida a la maternidad con el objetivo de que sus hijos posean los mejores cuidados y educación. Las madres dejan un poco de lado lo de quererse así mismas para volcar todo ese amor y dedicación a sus hijos e hijas, existe aún la creencia en nuestra sociedad de que una verdadera madre es sólo aquella que no para de hacer sacrificios por el bienestar de su familia.

Otra de las causas del síndrome del nido vacío se encuentra en la jubilación. La edad de los padres cuando los hijos deciden independizarse suele rozar los 60 años y después de mucho tiempo el matrimonio se encuentra viviendo solo de nuevo. Se lleva a cabo entonces un cambio muy radical que no a todos afecta por igual. Se pasa más tiempo juntos, se lleva a cabo un cambio de roles, una serie de cambios que requieren una adaptación progresiva que no siempre es fácil.

Por último, nos encontramos con el deterioro de la relación por no haberle dedicado el tiempo suficiente al cuidado de los pequeños. Es imprescindible para que una relación sea duradera dedicar un tiempo diario a tratar los problemas, dialogar y a hacer cosas juntos. Los hijos son muy importantes, pero la base para que ellos sean felices es que la relación con la pareja sea lo más positiva posible.

Superar el síndrome del nido vacío

La soledad y la tristeza pueden superarse fácilmente si simplemente piensa que es una etapa más en la vida y que por lo tanto, es vital para el desarrollo integral de su hijo o hija. Aunque sentirse deprimido por la distancia es lo más normal del mundo.

Pero no todo es malo, piense que ahora dispondrá de mucho más tiempo libre para dedicarse a todo aquello que le gusta. Vuelque su atención en sus amigos, en su pareja y sus aficiones favoritas e intente tener la mente lo más ocupada posible. Además, la economía mejora considerablemente cuando un hijo consigue independizarse, ahora no existe ninguna excusa para que no se dé un capricho o para realizar ese viaje con el que siempre ha soñado.

También es el mejor momento para recuperar esa intimidad que tenía con su pareja al comienzo de su relación. Vuelvan a hacer planes juntos y a dedicarse más tiempo el uno al otro, es el mejor modo para que esta sensación de vacío desaparezca.

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